jueves, 10 de julio de 2014

Los jueves relato: Reinas del grito


 Corre



̶ ¡Corre, corre!  ̶ gritaba la voz.
Y ella corría.

Eran los estridentes gritos salidos desde el fondo de su garganta los que casi impedían escuchar el rugido atronador de la infernal motosierra silbando apenas a unos centímetros de su espalda, cercenando y haciendo girones su ropa hasta arañar la piel enrojecida, abriéndose en surcos sanguinolentos que ella parecía sentir desgarrar como latigazos cortando su carne blanca.

̶ ¡Corre, corre! No mires atrás, y  grita…, grita con todas tus fuerzas, hasta que sientas escapar el alma por tu boca.
El director pedía y pedía…, cada vez más…, y ella parecía dispuesta a dárselo todo.

Diana Burns era hermosa y rubia, y soñaba con ser la nueva Marilyn Monroe. Fantaseaba con triunfar en el cine, recorrer la alfombra roja y recoger premios, salir en las revistas y tener romances con los grandes galanes de Hollywood; Diana quería ser ante todo una estrella.

Hoy por fin rodaba su primera película y sentía que era su gran oportunidad, la que tanto anhelaba desde que dos años atrás bajara de aquel autobús portando una gastada maleta repleta de ilusiones y diez dólares en el bolso. Sin mirar atrás plantó un novio formal que le prometía tedio y seguridad, una carrera a medio terminar y unas amigas insulsas y complacientes. Sombras de un pueblo olvidado canjeadas por la promesa cautiva en la ciudad de los sueños posibles: Los Ángeles.
̶ Trabajar de camarera, incluso de acompañante para petulantes ejecutivos de bolsillo exiguo nunca fue lo peor, sobre todo cuando un seboso casero de impúdicos ojos lascivos te recuerda a diario que la mísera pensión llena cucarachas no se paga sola  ̶ declararía en cierta ocasión.

Aquel rodaje no era gran cosa. Ella era la primera que moría en aquel guion infame de serie Z; apenas una línea de diálogo y tres minutos en escena. Su rostro rebosando grumos de remolacha líquida no iba a lanzarla al estrellato ese día, tampoco su talento dramático, esculpido a base de costosas y discutibles academias; ni su melena rubia, ahora encrespada y lacia. No, antes de que el asesino la descuartizase con aquella motosierra de cartón piedra, ella gritaba con toda la potencia de su voz, alentada en el recuerdo de los muchos años que ganara el concurso de alaridos en las fiestas vaqueras de su pueblo.
Mientras corría, azuzada por el insaciable director, tuvo claro que nunca iba a ser una nueva Marilyn, pero si sería una autentica Scream queen*.

*Scream queen: Reina del grito

13 comentarios:

  1. Que buena historia. Hasta diría que enternece todos los esfuerzos de actuar en una clase Z. Para el sueño de ser una reina del grito. Muy elocuente tu relato. Felicitaciones.

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  2. Cuantos sueños rotos, esta protagonista al final destacó en ser esa reina del grito.
    Buena idea José Vicentel.
    Besos.

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  3. Una manera muy original de plasmar el tema juevero. La desarrollas de una manera clara y rotunda. Sin duda alguna, otro más de los mejores gritos.
    Saludos

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  4. Al menos consiguió entrar al mundo de hollywood como había soñado!
    Muy buena historia
    =)

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  5. Bueno, por algo se empieza, nunca se sabe. En este mundo ha habido casos de todo tipo. No hay que romperle su ilusión.
    Muy bueno
    Un abrazo

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  6. Al menos, esta vez trabajaba en una de las ramas de lo que ella pretendía, sin platos ni puercos.

    Poco a poco, chica rubia, no escales el Everest el primer dia...
    Adelante, no pierdas el ánimo.

    Un abrazo, me alegra verte pensando en otra cosa :)))

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  7. Reflexión leyéndote. Los sueños a veces son como un salto de longitud y uno comprueba que no puede batir, como soñaba, el record mundial; como ocurre aquí a la protagonista.
    Me encantó volver a leer un cuento tuyo en los jueves.
    Un fuerte abrazo.

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  8. Te leo y me has dejado pensando
    lo bueno que es escribir con letras

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  9. Bueno y divertido tu casi real relato José.... Un gusto.

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  10. Muy buen relato, con orden y calidad. Se notan las maneras.
    Abrazos

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  11. Hola Vicente. Siento haberme alejado de tus blog y en general, de Blogger. Espero retomar las lecturas de los buenos escritores que existen en la red, a modo de tus blog, ahora en vacaciones.
    Me gustó de qué modo explicas lo que siente la chica, aspirante a estrella de cine, y lo que realmente se encuentra. Tu post será el proceso que sufra todo buen interprete en sus inicios. Hace poco escuché a Javier Cámara presentar una película de un actor español en la gran Manzana, de cuales eran sus sueños y de cómo transcurría su vida real, trabajando de camarero en una cafetería y supliendo papeles secundarios en películas de serie B.

    un abrazo gran escritor.

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  12. Tiene mucha acción. Logras que lo veamos. Lo relatas siguiendo el movimiento de la cámara y al final... la decepción, esa, la de tantas....

    Bien llevada la propuesta, cumpliendo perfectamente con todos los requisitos que a un buen escritor, no cuesta cumplir ;)

    besos!

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  13. en mi relato, me fui por los cerros de la ciudad de jaén...los otros tres compañeros que he leído, han hecho lo misimo. ah, sí, ya sé que el demiurgo nos daba libertad. sí, pero el único que se ha centrado en el propósito de lo que el demiurgo pedía has sido tú. y destaco esto, por que desde mi punto de vista, ello dice de tu capacidad de ceñirte a algo a base de tu sabiduría de escribano o escribidor. y ello dice mucho del autor de este relato.
    medio beso.

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