viernes, 31 de agosto de 2012

Miedo




Durante varias horas, nerviosa y angustiada, estuvo rondando por aquel cuarto como una leona enjaulada. Temía que llegara el momento, pero aun así los esperaba. El miedo se reflejó en sus ojos cuando, impulsivamente y con decisión, entraron en la habitación y dirigiéndose hacia ella la arrastraron hasta la cama. Un repentino escalofrío paralizó de repente todos sus músculos.
¡Llegó la hora! – escuchó mientras unas manos la tocaban con obscena impunidad. Para entonces el dolor ya era casi insoportable.
- Tranquila, será rápido – dijeron. 
Ella, sumisa, finalmente lo aceptó, con el gesto intensamente desencajado inspiró profundamente, agarró con sus manos firmemente las barras entre las que estaba aprisionada y luego, con todas sus fuerzas, empujó.

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7 comentarios:

  1. Y fue niña?
    Qué angustia! me has hecho recordar el parto de mi hijo mayor, qué horror!
    yo que estaba pasando una tranquila tarde de viernes y de repente me he puesto de parto jajaja
    Muy bueno el final totalmente inesperado
    Un beso.

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    1. Tere, jeje, en mi caso si, dos niñas. Bueno, en el de mi mujer claro, que fue quién pasó ese miedo, yo bastante tenía con quitarme la cara de panoli descolocado e estorbón y con decirle contantemente ¡¡¡respira, respira!!!.

      Me alegra que te haya gustado, no tanto que te haya provocado temores parteros pasados, jajaja.

      Un abrazo grande

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  2. ¡hoooooolaaaaa!!!!!!
    amigo bloguero relatista,por fin regresas con novedades que acabo de descubrir y de las que me alegro; porque me alegro de poder seguir tus escritos y me alegro de tu vuelta, contigo me siento más acompañada en este mundo de la Red, porque a la "buena gente" como tú se la encuentra a faltar cuando se aleja.

    Aprender de los errores para no volverlos a repetir, no hace falta que te diga nada que tú no sepas(pero...por si acaso).

    Interesante este blog de relatos con un título precioso y mi deseo de que se cumpla no solo ese sino todos tus sueños.
    Un beso grande, grande.
    Anna J.R.

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    1. Anna, ya ves, por aquí andamos, de estreno. Si no querías café toma dos tazas, jejeje. Es que, como explico en la entrada del ya que digo, quiero que aquel vuelva a ser aquel blog personal que era. Allí volveré a colgar entradas que se me ocurran mucho más personales, fotos, videos, política, fútbol, en fin a expresarme a mi manera, con todo lo que eso conlleva, jejeje.

      Pero como bien sabes ahora me gusta y disfruto escribiendo historias y relatos, aunque aun en siga a medio gas. Pero no quiero mezclar ambas actividades y tampoco quiero presionarme demasiado, de ahí la dispersión.

      Te parecerá curioso, pero ese comentario de aprender de los errores, viene hoy más al pelo que nunca. Y no tiene buena pinta. Ya veremos.

      Un abrazo bien grande y muchísimas gracias. Ya sabes que el cariño es mutuo.

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  3. Anda...y yo creyendo que era una carcel...jajajaja

    Eso ya es otra cosa, pero al principio me he quedado intrigada

    Besos

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  4. Es cierto, el final no es previsible :) y un porcentaje de mujeres sabemos de qué tratan hoy tus letras...

    Siempre es agradable leerte :))

    Un abrazo

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