Juan Carlos desde su blog ¿Y que te cuento? nos propone que contemos una historia de lo que puede acontecer durante "un día en la vida". Mi vida en los últimos años, a excepción de estas semanas que se ha desmadrado un poco, es más bien rutinaria, desde luego no da para escribir una historia con algo de emoción, así pues, yo le he dado una pequeña vuelta y me he puesto a contar como puede ser un día cualquiera en la vida de un banco del parque, si, eso mismo; o bueno mejor dicho, indagar un poco en las vidas de gentes anónimas sentadas en el banco de un parque cualquiera, en una tarde de otoño cualquiera. Para lo cual he escogido mi propia fotografía. Así pues, esto es...
Un día en la vida de un banco del parque
La suave tarde de otoño
invita a degustar los cálidos rayos de un sol que cada día con más esfuerzo
regala su mágico brillo. Sobre un gastado banco de madera del parque, entre
chopos, arbustos y madreselvas agotadas por la dureza de un verano recién
acabado, ocho personas permanecen sentadas y aparentemente ajenas entre sí. Solo dos de ellos parecen mantener una conversación, seguramente intranscendente,
sobre el tiempo que se espera en los próximos días; el caballero de cazadora,
jersey de lana y gafas de pasta, habla con monotonía mientras su compañero de
charla trata de proteger su vista con un diario atrasado que encontró tirado sobre
el mismo banco; un tercer hombre, un anciano de boina calada y añejo traje de
paño, trata de esforzarse en escuchar la conversación, pero apenas unos susurros
parecen llegar a sus gastados oídos, una vez más se lamenta de que su pensión
no le permita comprar ese aparato auditivo que le una de nuevo a una sociedad que
siente lejana. En una esquina, una mujer de coquetas gafas y vestida de luto, espera
la salida de su nieto del colegio mientras piensa en la cena de esa noche y en la penita que le da la pobre Lourdes Mercedes de Todos los Santos que ha sido despechada por ese truhan malencarado de Rodolfo Manuel Cabrales; a su lado, un hombre parece ajeno a todo, está
profundamente disgustado con un mundo que le ha excluido tras
treinta y nueve años de trabajo; le angustia todo lo que le viene encima ¿Qué va
a hacer ahora? sus tres hijos en paro han tenido que volver a casa y él se siente
inútil por no poder seguir manteniéndolos. Muy cerca, otro hombre dormita ajeno
a cuanto le rodea, en ese momento se siente feliz entre los brazos de Morfeo;
pronto tendrá que volver de nuevo al dolor constante que supone convivir con
la mujer a la que lleva regalándole cariño desde hace cuarenta y seis años
pero que hace ocho que le olvidó; ella, plácida junto al hombre
amable que la cuida y al que siempre trata de sonreír con bobalicona atención, aparenta
felicidad, envuelta en un mundo plagado de pajaritos y bosques verdes. Solamente
la joven que ocupa la esquina izquierda del banco parece buscar algo con deseo,
consulta el programa de una conocida agencia de viajes; quiere preparar la sorpresa para que este año las Navidades sean diferentes; encontrará algún lugar, un sitio romántico en el que perderse y pasear cogida de la mano del hombre que cada día decora su vida.
Poco a poco la tarde comienza a pesar y pronto cada uno de ellos se retirará a sus casas. Mañana, otras almas acudirán y se sentarán para llenar de vida aquel silencioso banco de madera del parque.
Más historias contadas sobre un día en la vida en casa de Juan Carlos: ¿Y que te cuento?
Poco a poco la tarde comienza a pesar y pronto cada uno de ellos se retirará a sus casas. Mañana, otras almas acudirán y se sentarán para llenar de vida aquel silencioso banco de madera del parque.
Más historias contadas sobre un día en la vida en casa de Juan Carlos: ¿Y que te cuento?
Me ha encantado... me levanto y te aplaudo... excelente idea... y excelente desarrollo...
ResponderEliminarNo has contado un día del banco del parque...has desgranado la vida de cada uno de sus ocupantes con sus mundos construidos y destruidos cada día... nos has relatado varias realidades crudas ó menos crudas.. en el escenario que supone un banco cualquiera de un parque cualquiera...
Gran aportación a este jueves... GRANDE en mayúsculas....
Un besazo gordo¡¡
Muy bueno el retrato que has realizado de todas esas personas con el nexo común de un banco del parque.Cada uno con sus problemas y sus anhelos en la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Escenas entrañables en el ocaso de la vida, cuando ya no queda nada.
ResponderEliminarEscenas entrañables en el ocaso de la vida, cuando ya no queda nada.
ResponderEliminarImagenes entrelazadas en un momento, parecen no tener nada en comun entre ellos, cada uno en su mundo distantes entre si comparten un instante. Magnifica descripcion, como siempre me dejas con la boca abierta, me encanta.
ResponderEliminarImagenes entrelazadas en un momento, parecen no tener nada en comun entre ellos, cada uno en su mundo distantes entre si comparten un instante. Magnifica descripcion, como siempre me dejas con la boca abierta, me encanta.
ResponderEliminarImagenes entrelazadas en un momento, parecen no tener nada en comun entre ellos, cada uno en su mundo distantes entre si comparten un instante. Magnifica descripcion, como siempre me dejas con la boca abierta, me encanta.
ResponderEliminarMuy buen relato...vidas dispares pero unidas en un objetivo... sus días pasados y sufridos otros no tanto.....Es un escaño que tomo plena vida durante un día y recorrió años de vidas y su futuro
ResponderEliminarFuerte abrazo
Cuántas vivencias, y diversidad de situaciones que cada uno va cargando y que van saliendo a la luz del día, ante un buen observador narrador. Excelente!
ResponderEliminarMuchos besanises.
,,,si las bancas de los parques pudieran contar los pensamientos que se asientan sobre ellos, no alcanzarían manos que escribieran sobre ellos..
ResponderEliminarVidas diferentes, sensaciones diferente pero un punto en común... El banco, al final, es el punto donde todos nos encontramos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu planteamiento.
Saludos.
Me ha parecido super bueno... Por el relato en si, por su originalidad, por la fotografía, por la descripción de la psicología de cada personaje de la foto, porque has hecho un detalle de la vida misma, porque hasta el alzheimer se ha hecho presente...
ResponderEliminarSin palabras, es un relato impresionante.
Muchos besos
Me ha parecido super bueno... Por el relato en si, por su originalidad, por la fotografía, por la descripción de la psicología de cada personaje de la foto, porque has hecho un detalle de la vida misma, porque hasta el alzheimer se ha hecho presente...
ResponderEliminarSin palabras, es un relato impresionante.
Muchos besos
Muchas vidas que se cruzan ha diario en un banco, desconocidos con algo en común.
ResponderEliminarUn saludo.
Original tu texto. José Vte. Desde esre punto de vista, se podrian sacar mil historias más pero las tuya ya me basta. Recibe mi cariño.
ResponderEliminarQue bueno eres José para meternos de lleno en la historia, has enlazado cada una de sus vidas, de sus pensamientos en este relato, muy bien hilado... Cada día nuestra vida se cruza con la de otros y casi siempre entre unos y otros tenemos cosas en común, en este caso ese banco del parque, ese momento compartido de un día... genial!!!
ResponderEliminarMuchos besines y buen finde!!
Me encantan estos relatos en que se imagina, como lo has hecho, como serán las vidas de las personas que nos encontramos. Mirar más allá de la superficie, empatizando, como has hecho en este relato.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo, gracias por participar.
Creo que leí este relato al poco de publicarlo y no lo comenté para volver a leerlo más tarde.
ResponderEliminarMe ha parecido genial.
Se te nota cada vez más oficio.
Un abrazo.
Muy bueno, vidas en la vida, cada día ese banco es el apoyo de diferentes personajes, él siempre en su monótono existir pero cuántas historias pasan a su lado. Te felicito por este relato tan original y bien narrado.
ResponderEliminarUn beso.
Un gran relato sin dudarlo amigo José...
ResponderEliminarUn gran relato sin dudarlo amigo José...
ResponderEliminar¡Ay si ese banco pudiera contar las historias de todos los que comparten su descanso! Que lindo dibujar un día en la vida de seres anónimos.
ResponderEliminarBesos
¡Ay si ese banco pudiera contar las historias de todos los que comparten su descanso! Que lindo dibujar un día en la vida de seres anónimos.
ResponderEliminarBesos
Esos lugares donde uno ve pasar la vida. Pueden estar en cualquier sitio...a veces es bueno, mirarlos bien a ellos, como lo has hecho vos hoy.
ResponderEliminarbesos
José Vte, me encantó tu relato, y tu capacidad para desarrollar una historia a partir de una foto... y tan, pero tan real!!!
ResponderEliminarTe felicito por este excelente aporte. Un beso.
Espectacular este retrato costumbrista. Como los grandes. Me ha encantado el tono, el paso de un personaje a otro. Una maravilla, precioso...me encantan este tipo de relatos y tu lo haces magistralmente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Espectacular este retrato costumbrista. Como los grandes. Me ha encantado el tono, el paso de un personaje a otro. Una maravilla, precioso...me encantan este tipo de relatos y tu lo haces magistralmente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
El teatro de la vida, cada uno con su propio guión, expuestos a la suerte de alguna tangencialidad y disfrutar con el nuevo encuentro. Tiene en común con el banco del dinero que confluyen esperanzas y apatías... ¡Vamos a ver que oferta hay este día!
ResponderEliminarAbrazos, nos vemos el viernes.