Recuerdos de luz
Asomado al otoño de mi vida, puedo
observar con claridad los sutiles destellos que el azar me envía desde la
profunda espesura del tiempo.
Era aquel bosque, el lugar donde quisimos
esconder el secreto que juramos no revelar. Temíamos que las traviesas y
envidiosas hadas echaran a perder algo que únicamente era nuestro.
Salamandras, hierbabuena y
duendes de luz, lluvia de crisálidas sobre un candil incandescente y juegos
perfumados que embriagaban mil cuentos enamorados.
Ahora, al remover aquellos
recuerdos, vuelvo a escuchar con nitidez los dulces rasgos que generaban nuestras
voces infantiles, mezcladas entre el suave susurrar de aquel arroyo, donde por
primera vez decidimos entregarnos al amor.