Vuelvo esta semana a los jueves, que ya echaba de menos, y aunque sea de manera aislada. Vuelvo porque quiero dedicaros a todos, especialmente a los jueveros, este microrrelato fallero que he tenido la fortuna de ver publicado en un libro recopilatorio, del periódico Levante-EMV y la editorial Obra Propia, sobre el mundo de las Fallas.
De alguna manera, gracias a los jueves, he podido aprender a concretar los relatos, a contar una historia con apenas un puñado de palabras, algo que me sigue pareciendo dificilísimo, pero que gracias a este encuentro semanal he intentado ir puliendo.De ahí mi agradecimiento y la dedicatoria que comparto con mi humilde homenaje a los pequeños monumentos falleros de barrio, a veces tan maltratados.
Las buenas noticias me gusta compartirlas con los amigos.
Las buenas noticias me gusta compartirlas con los amigos.
El micro se llama Dignidad:
Dignidad
La luna señorea el cielo y saluda a las estrellas. Las
calles, resacosamente silenciosas, resplandecen de luz y la falla de mi barrio,
solitaria y turbada, parece reclamar mi presencia.
A la señora gorda y gritona le falta uno de los cinco niños
que la rodeaban, el viejo continúa mirando goloso a la atractiva rubia cuya minifalda
se tornó negra, y al perrito le han quebrado el ovillo de lana con el que
jugaba.
Me digo que hay dignidad en su quietud silenciosa. Hay
ternura en su indefensa intimidad.
Un petardo resuena sordo y lejano. Hoy es San José.
Hasta he podido oler el aire de pólvora. Un micro muy denso y descriptivo sin olvidarse de la acción y de un relato más largo que aparece como fondo. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminarQué bueno volver a leerte! Y bueno, qué decir? Te felicito por este relato y su lugarcito en la recopilación de la que forma parte. Siempre alientan estas posibilidades, así que a disfrutarlas. El que lo compartas hoy, es una gran alegría, además de darnos la posibilidad de leerte de puño y letra!
ResponderEliminarGenial!
Beso!
Gaby*
El arte de, en pocas palabras, decir mucho. Y lo has conseguido. Valencia entera te aclama, Jose Vte ¡jejeje!. Cuanto me alegro de que te asomes por esta ventana.
ResponderEliminarBesos, Juevero.
Anna J R
José Vte. lo has conseguido, has logrado transmitirnos todo un relato con pocas palabras y además está tan bien condensado que podemos imaginar mucho más de lo que leemos. Me ha encantado tenerte por aquí y que hayas jugado al manuscrito.
ResponderEliminarUn beso.
Un relato muy descriptivo y elegante; me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo, y sigue componiendo con tus palabras los dictados del corazón.
Una caligrafía que se desliza suelta y clara para contar en lo breve, un instante mágico, irrepetible. De eso se trata José, de decir tanto en tan poco espacio, aplauso con mis manos. Te felicito y me alegra tu merecida publicación, le da a las Fallas un tono de intimidad, una mirada intensa, atmósfera, antes de que suene el petardo. Besito a tu mano, y no nos tardes tanto en los jueves que te añoramos.
ResponderEliminarBienvenido Vicente!...buena manera de retornar, con un preciso texto manuscrito que nos habla de un momento especial capturado por la destreza de tus manos poetas!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y espero que retomes tus jueves con más frecuencia!
Me encanta la imagen que atrapa tu relato. Ese instante de quietud e incertidumbre perdido en la noche.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Vengo del ya que digo de dejarte allí mi comentario.
ResponderEliminarEl micro impresionante y estoy encantada con tenerte por aquí de invitado especial en este jueves manuscrito.
Besitos y hasta pronto:)
Lo más lindo de este jueves es poder volver a leerte.
ResponderEliminarTu micro lleno de imágenes que se absorben y se sienten me trae recuerdos de cosas desgastadas pero que mantienen ese porte silencioso de elegancia ante el paso y el descuido del tiempo.
Gracias por este regalito, un abrazo enorme!!!
Mi más sentida enhorabuena por la publicación de ese texto. He podido ver las Fallas (vivo a unos 60 km de Valencia) y siempre asocio la cremà con la llegada de la primavera y el despertar de la luz. Curiosamente, en mi ciudad y por las fiestas de la Magdalena, también se honra a la luz aunque de otro modo menos espectacular (las Gayatas)
ResponderEliminarUn saludo
Conservar la dignidad aunque nos prendan fuego por los cuatro costados.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte. Saludos!
Has capturado perfecta y brevemente un instante en la vida efímera de una falla, un instante silencioso e íntimo. Me alegra mucho volver a leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bueno el relato! Parece una falla en todas sus alturas, como una perfecta construcción!
ResponderEliminarSan José pasó, amigo, y la Magdalena se acabó.
Enhorabuena por la publicación, la portada es una belleza neo.
Me alegra verte aunque sea de forma esporádica. Ya sabía yo que no te resistirías de tanto en tanto a venir a vernos, pillín!
A ver si te dejas caer por estas tierras.
Tengo poco tiempo, me disculpas, si?
Beso.