Mirarte
No echo de menos ver los dorados campos de trigo ni el verdor de los bosques ni las nubes blancas o la cobriza tierra que piso, ni siquiera envidio mirar ese cielo azul coronado por el amarillo y cálido sol. Tampoco necesito saber que una fresa es roja para degustar su sabor o que el café es negro para deleitarme en su aroma.
No, nunca he necesitado admirar la paleta de colores con la que está decorado el mundo para sentir el frescor de la mañana en mí rostro, el viento cuando empuja, la luna que inspira o la lluvia cuando moja. Jamás he precisado ver los rostros de las personas para percibirlas, para entender sus preocupaciones, escuchar sus problemas e incluso contagiarme en su felicidad.
Por eso no necesito ver para encontrarte siempre a mi lado, para saber que me quieres y que te quiero, para abrazarte, y besarte, y sentirte y poseerte…
Pero hay una cosa que si anhelo, mi amor.
Desearía con toda mi alma y por una sola vez, que en el segundo en que mi cuerpo enamorado se libera en tu interior adorado, mis ojos tuvieran un instante de luz para, en ese momento prodigioso, poder abrirlos y… mirarte.
Mas colores en donde los reporteros dicharacheros del Daily
OH!!!!! Que relato más bello has escrito hoy, mi querido amigo.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un beso
Bienvenido al show del color!!!
ResponderEliminarUn minuto, un segundo, ojalá se diera...
gracias por participar
saludos x 2
Mi amigo se puso muuuuy primaveral, jajaja. Te quedó bello y abre los ojos porque si no no puedes terminar de leer los comentarios, ¡bribón!
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Sin proponérnoslo, hemos coincidido en cierto ángulo de nuestros relatos.
ResponderEliminarMuy emotiva historia.
=)
TAmbién he coincidido contigo en parte. EStá claro que es un problema que nos preocupa.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato.
Un abrazo
No podía empezar mejor el día que leyendo tu relato. Es precioso,
ResponderEliminarUn abrazo
Lola
Hay muchas maneras de "percibir" los colores, de sentirlos. A tientas recorrer un cuerpo, unido a él adivinar todas las gamas, incluso la luz, un chispazo de placer.
ResponderEliminarLos que vemos a veces no vemos tanto. Tus ojos al escribir este bello relato se han llenado de colores reinventados y de intensidad, te felicito.
Quizás tu personaje ve mucho más que los que pueden hacerlo.
ResponderEliminarMagnífico relato, lleno de color y de emoción.
Un abrazote.
PSD: Una preguntita: ¿hasta cuando puedo enviarte un relato que estoy preparando para "la muerte dulce"?
Hola Ibso, gracias por tu comentario igual que al resto. Me alegra y motiva que guste este texto que intenta ser poético.
EliminarTe comento sobre las crónicas, en principio tengo pensado cerrarlo sobre el día 15 de noviembre, aunque si alguien enviara algún relato después de esa fecha y hasta que esté completamente maquetado, que suele tardar, seguramente se podría añadir. Tengo que poner un cierre de ahí la fecha, pero se puede ser flexible.
Un abrazo a todos
es un gran tributo, a todos aquellos que perdieron el don de ver.
ResponderEliminarte felicito. No te ha sobrado una coma. No te ha faltado nada.
Leyéndote me has emocionado.
ResponderEliminarJose, pero bueno,bueno, bueno... breve,poético,sensible.
ResponderEliminarNo se necesita ese segundo de "ver", si con el sentir uno está lleno.¡Cuantos lo ven todo y no sienten nada!
Me ha gustado.
Anna J R
Estás muy poético esta semana!y con cierta fijación con la vista, miedo me das jejeje, yo ya sabes que veo muy bien :)
ResponderEliminarEn serio, precioso el relato y muy, muy emotivo.
Un beso, valenciano.
Buena historia romántica.Con el final fuerte y esperanzador. Un abrazo.
ResponderEliminarQue intenso pueden ser los colores del alma, aunque ni siquiera los haya visto, solo con oler ya los esta conociendo. Sabia es la naturaleza, para quien sabe ver como tu personaje.
ResponderEliminarBuenísimo relato.
Un abrazo en colores.
Seguro que ve por dentro. La verdad que el sentido del tacto también hace mucho y seguro que lo tiene más desarrollado que los demás.
ResponderEliminarBonita historia
Un abrazo
me acabo de hacer mujer guapa, muy guapa,guapísima...me acabo de hacer mujer y ...diría que me acabo de convertir en hada enamorada y acabo de conceder un deseo al sujeto del relato...
ResponderEliminarme encantó.
medio beso.
Un texto donde el amor se desborda en cada letra. Precioso y romantico Jose Vicente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esto es poesía, Vicente. Yo me quito el sombrero, pues has descrito la fuente de donde manan los colores que realmente importan, los de nuestra alma. Y su fuente es el amor. Magistral.
ResponderEliminarUn abrazo
esa manera tuya de "mirar" es un halago para cualquier mujer.
ResponderEliminarHermosas palabras
un abrazo
A veces la imaginación es más poderosa que la visión, pero este relato tuyo tan dulce tiene esas dos cosas. Me ha encantado con ese broche final tan sensual :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso, tierno, profundo, me faltan calificativos. Efectivamente, los colores percibidos con el alma son especialmente intensos no siendo necesario su visión, la percepción de su realidad cromática para imaginarlos bellos, puros, limpios. Eso no quita para desear ese instante mágico, irrepetible de ver por un segundo a la persona amada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Vicente, esta vez te has superado a ti mismo. Un texto romàntico, poético y sensual. Maravilloso. Me ha encantado.
ResponderEliminarRecibe el testimonio de mi verdadero afecto.
Bueno el relato, lleno de sentimiento y genial el enfoque. Me ha recordado charlas sobre colores que tenía sobre un ciego, me explicaba como los percibía.
ResponderEliminarEstupendo. Un abrazo.
Ah bueno José me hiciste erizar la piel. Qué magnífico texto.
ResponderEliminarVer más allá de los colores, ver más allá de todo.
Un abrazo enorme.
José Vte. a pesar de todo, este texto tiene de todo. Belleza. Ternura. Pasión. Emoción.
ResponderEliminarEs esa poesia que se lleva dentro y sale en forma de mirada, aunque esta nunca se advierta.
Abrazos
Ufff!!!
ResponderEliminarque relato más maravilloso, yo que soy una romantica me ha encantado de verdad ayyysss !!! verdaderamente hermoso
Bello relato de amor donde los colores se hacen luz entre los sentimientos, José, me ha encantado su dulzura.
ResponderEliminarUn beso.
Hay mucho más que amor en las palabras de tu relato. Afortunada la persona a quien vayan dirigidas :)
ResponderEliminarBss.
Se podría decir que, en contra de lo que se podría pensar, los colores no tienen por qué ser una cuestión de la vista, sino de la mirada, que no precisa ojos.
ResponderEliminarCoincido con los compañeros jueveros en que te ha quedado un relato precioso y lleno de sentimiento. Un beso.
ResponderEliminarEs intenso el sabor que dejas con tus palabras, con la intención, con esa búsqueda que quizás encuentre la forma.
ResponderEliminarun fuerte abrazo, emocionado por la belleza del texto y su historia.
Bellísimo texto lleno de sentimiento y poesia.
ResponderEliminarUn abrazo
Maripaz
José Vicente me gusta tu prosa y este relato me ha encantado hasta... el final. Quizás experiencia lectora, critico de forma.. no sé -y perdón por el atrevimiento- pero... veia llegar ese final. Por lo demás, exquisita prosa y sentimientos muy bien narrados y reflejados.
ResponderEliminarUn abrazo
Miguel