Ojo por ojo
La madre esperaba desde hacía ya varias horas. Por su cabeza
sólo rondaba una idea, ¡hacer justicia! Deseaba más que ninguna otra cosa en el
mundo ver a esa infame desde que de madrugada encontrara a su
único hijo colgado de una soga. En el suelo la foto arrugada de aquella maldita
que le había roto el corazón; sobre la mesa una simple nota: ¡Sin ella no soy capaz de vivir!
Rota y desgarrada de dolor bajó el cuerpo de su hijo y lo
acostó con delicadeza en su cama. Durante muchos minutos no se movió de su lado.
Le susurró preguntas sin respuesta, le cantó al oído y le acarició con ternura
de madre. Poco a poco, con el paso de las horas, el dolor se fue convirtiendo
en odio impuro y tenaz. Con los sentidos fuera de la razón, cogió la arrugada
foto de suelo y salió de casa.
- Ya no hay remedio, pero si que habrá expiación
- pensó. Cegada por el rencor, la madre acechó con desesperada paciencia.
Cuando se abrió la puerta del adosado confirmó que era ella
y arrancando el coche se lanzó con decisión. Unos segundos después la joven
estaba tirada en el suelo, desmadejada como una muñeca rota. En el rostro de la
madre ya se reflejaba la sonrisa del triunfo y del deber cumplido cuando vio
salir de la casa a otra joven gritando. ¡Volvía a ser ella de nuevo! Al espanto
inicial le siguió un nuevo desprecio.
Con determinación dio la vuelta y volvió a enfilar el coche
hacia aquella maldita zorra. Lo haría cuantas veces hiciera falta.
Que no desista hasta que logre vengar su odio, así tenga que matarla mil veces más, jeje.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Jo! esa imagen de la madre cantándole a su hijo me ha puesto la carne de gallina.
ResponderEliminarNo sé, igual yo soy muy mala pero hasta puedo entender a esa madre.
Impresionante, valenciano.
Un besazo y muchas gracias por acompañarme.
Encontrarte al hijo colgado ha de ser...no hay palabras ni canciones. Cuidado, conozco un caso real, sucede.
ResponderEliminarNo volverá a la vida aunque machaque a la joven cien veces hasta convertirla en papilla, es lo que tiene la venganza, nunca se satisface.
Ni sabía la historia ni el por qué, no se piensa durante la venganza, se acumula, se suma, se engorda y explota.
Terrible relato, creible.
Abrazo.
Si la justicia es ciega, intentar impartirla con odio nos deja no solo sin razones, también sin voz, sin oídos, sin sensibilidad y solo con un gusto: el amargo de la hiel.
ResponderEliminarUn abrazo.
ibso
Difícil encontrar a un hijo en esas circunstancias, la desesperación para esa madre debe ser terrible. Aunque a sido su decisión. A veces la venganza no calma nada, creo que mortifica mas.
ResponderEliminarEl final, es inesperado, al menos no lo vi. Y realmente me pareció muy bueno.
Un abrazo.
Amargo final, esta venganza le sirvió poco, perdió la razón y nada le haría recuperar a su hijo.
ResponderEliminarUn abrazo
Permitidme que haga un comentario para subrayar que el final siendo drámatico y terrible, si se escarba un poco en él, puede llegar a ser aun más terrible.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias a todos por comentar.
Que eran gemelas, ¿no?
EliminarHorrible sufrimiento de una madre que no supo hacer fuerte a un hijo, para que entendiera como superarse. Pobre su hermana, en el caso que hubiera acertado de primera, sino la venganza se extendería hacia la otra, solo por las dudas. Genial relato, fuerte
ResponderEliminarEn asuntos de venganzas y locuras uno sabe cuando y cómo empieza, pero no cómo ha de acabar....si lo hace!
ResponderEliminarUn abrazo
=)
Terrible.
ResponderEliminaryo, calleja y morán, conde de...bueno, marqués, afirmo que cuando la imaginación está puesta al servicio de una relato breve es normal que el resultado alcance cuota más que aceptables de hermosura...
ResponderEliminarmedio beso.
El primer tramo del relato me trajo el recuerdo de una situación parecida que contaba mi abuela. El padre (italiano) le hablaba a su hijo muerto (se suicidó como en tu relato por una mujer) y lo increpaba "estúpido, tescopiría (te escupiría), con tanta chica linda e vo' te matá per questa putana ..." . Siempre me pareció muy terrible.
ResponderEliminarTu historia está muy bien armada, angustia y espanta por igual. Nunca volverá la paz al corazón de esa madre por mas que pise y recontrapise a cuanta mujer se le ponga delante.
Un abrazo
me ha dejado sin aliento.
ResponderEliminarsaludos.
Lo leí en el blog de Montserrat, es un escrito fuerte, duro...de alguién incapaz de nefrentarse, de despegarse y solo va acumulando pequeñas venganzas que no le quitan el dolor...Excelente el escrito
ResponderEliminarbesos
Hola Pluvisca, supongo que debe de ser alguna confusión, el relato es inédito de ayer mismo y nunca ha estado en el blog de Montserrat.
EliminarUn abrazo
La imagen de la madre junto al cuerpo sin vida de su hijo es atroz. La venganza posterior me deja algunas preguntas abiertas y que trascendiendo el ámbito personal de tu protagonista, me lleva a la pena capital y sus errores.
ResponderEliminarMuy bueno
Un saludo
Me parece una magnífica demostración de la irracionalidad de la venganza. Y muy completo pese a la brevedad requerida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Madre mía!! José V. ésto sí que da miedo, es escribir bien y sobre todo, llegas a conmocionar, uff.
ResponderEliminarEl dolor de una madre por la muerte de su hijo es incomparable con otro sufrimiento y sobre descubrir el motivo de su suicidio. Hace que esa madre mueva montañas si es necesario para vengar la muerte de su hijo.
TREMENDO.
Un fuerte abrazo escritor :))
Jose corazón estás que te sales, la emoción traspasa las frases, las palabras, las letras. Sí es verdaderamente terrible tener que asumir que existen personas que viven en semejante dimensión emocio-mental. Petonets mols.
ResponderEliminarMe gusta la primera parte del relato, por el trato a los muertos. Felicidades
ResponderEliminarEl despecho de esta madre le provocó un doble sufrimiento, el de la venganza.
ResponderEliminarLo que no entiendo bien si se trataban de dos mujeres distintas pero muy parecidas.
O la perseguía el fantasma de la mujer muerta, hecha visión.
Te mando un beso, Montserrat
Montserrat, si quieres el sábado por la mañana te lo explico personalmente.
EliminarUn abrazo
José me dejaste helada!!! Qué final impactante!!! Ahora me pregunto cuál sería de las dos mellizas la correcta. Demasiada cruda esta venganza.
ResponderEliminarExcelente relato, muy bueno!!!
Un abrazo.
Me gusta como se desarrolla el dolor en ese instante de muerte, después esa "sinrazón" que lleva al ser humano hacia la venganza y que no amilanará el duelo, con el tiempo lo acrecentará...
ResponderEliminarMuy bueno, Jose Vte.
Un abrazo
La venganza es irracional, tan irracional y cobarde como el suicidio. Es fácil culpar a los demás de nuestros propios fracasos. Entiendo perfectamente el dolor provocado por la muerte de un hijo en las circunstancias que narras, pero ni siquiera así se justifica la irracionalidad que lleva a la sed de venganza hacia cualquier mujer que le recuerde a la que llevó a su hijo a acabar con su vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Qué terrible. Se me ocurre pensar que esa pobre chica, o las dos si son gemelas y no fruto de su locura, también tendrán una madre que llore por ellas. Nadie es culpable del suicido de nadie, sólo el dolor ciega a los seres queridos y buscan como desahogar su pena.
ResponderEliminarUna venganza terrible. Digo como Pepe, culpar a otros de los propios fracasos no es la forma, pero somos humanos...no, no me gusta la venganza, sea por el motivo que sea. Consigues y provocas un estremecimiento.
ResponderEliminarUn beso.
Y posiblemente la venganza solo le traeria tres sufrimientos de por vida...pero la razon se nubla por no se que mecanismos y hasta se permite una sonrisa ante la muerte.
ResponderEliminarBesos
Es terrible que el desamor llegue al odio y que el odio cause tanto dolor. Pero ver morir a un hijo de esa forma es tremendo.
ResponderEliminarMe has puesto los pelos de punta.
Un abrazo.
Terrible relato! terrible locura la que se apodera de los hombres y mujeres cuando el monstruo de la venganza hace de las suyas.
ResponderEliminarEstremecedor José!
Un beso
vay que horror si es que realmente los seres humanos se ciegan con tal odio y rencor de venganza que no ven más que su propio dolor
ResponderEliminarChico me has dejado de una pieza. Con una madre así,no se posdia esperar otra cosa. Un abrazo, Y Hasta pronto!
ResponderEliminarAy, qué horror!!! Has conseguido que me estremeciera enterita. No sé. Yo soy madre y creo que no llegaría a tal extremo. Aunque, como no he vivido una circunstancia ni de cerca parecida, no podría decir si se me nublaría de tal modo la razón o no.
ResponderEliminarOye, de CHAPEAU tu relato, José Vte. :)
Besosssssss.
Tiempo sin leerte, Vicente, de hecho no quería comentar ninguno por no hacer excepciones, pero he entrado en la muerte y luego...
ResponderEliminarEs relato en sí es horrible, pero la forma de relatar maravillosa, Vicente.
Tiene contundencia, y el perfíl psicológico queda descrito a la perfección...nada fácil, según mi criterio.
Un beeso paisa.